La inversión es un modelo mental en la toma de decisiones que implica identificar y evitar posibles dificultades o problemas antes de que ocurran. Se trata de pensar hacia atrás para obtener mejores resultados.
El uso del modelo de inversión en la toma de decisiones implica empezar por imaginar el peor resultado posible y luego trabajar hacia atrás para identificar las medidas que se pueden tomar para evitar el estado de cosas. Por ejemplo, en la gestión de proyectos, si se identifican los posibles riesgos con antelación (como una falla del equipo o restricciones financieras), el equipo puede crear planes de contingencia y medidas para evitar estos problemas. Por lo tanto, en lugar de centrarse únicamente en lo que se debe hacer para tener éxito, la inversión prioriza la comprensión de lo que NO se debe hacer para evitar el fracaso.
Invertir, invertir siempre: poner patas arriba una situación o un problema. Miralo al revés. ¿Qué pasa si todos nuestros planes salen mal? ¿A dónde no queremos ir y cómo se llega allí? En lugar de buscar el éxito, haz una lista de cómo fallar - Charlie Munger
